No fue un punto y final.

Lo reconozco, me estoy engañando. Me miento a mi misma cuando pienso que ya no me importas, que no me sigues gustando. Tal vez cuando digo que para mi ya no eres nada lo hago para convencerme y no porque lo crea de verdad. 

                                                       Te olvidé sigo queriendo.

No entiendo por qué sigues teniendo tanta importancia en mi vida después de tanto tiempo. Ya no tengo sitio a tu lado, pero sigo insistiendo. ¿Sabes por qué? Porque creo que volverás. Sí, noto que aún tienes esa curiosidad por mi que entonces nos unió. Tengo la sensación de que cuando me ves, dudas de decisiones que tomaste en el pasado. Recuerdo cuando te dije que jamás te dejaría ir, y no lo pienso hacer. Aún estás conmigo, te sujeto con un hilo muy fino para que no te escapes de mi lado. Creo que poco a poco se está haciendo más pequeño, estamos más cerca el uno del otro. Pero vuelve ya, que te echo de menos...

    

Donde hubo fuego, quedan cenizas.


(Mara)

SOLEDAD

Lo intenté todo; no tuve éxito.
Conseguí lo que quería; no lo que necesitaba.
Me sentí cansada, sin embargo no pude dormir.
Lloré; sin pañuelo.
Te perdí, no te pude reemplazar.
Amé; a quien me rechazaba.

Eché de menos tus ojos oscuros, tu pelo ondulado, tu sonrisa traviesa, tu nariz respingona, tu último suspiro. Eché de menos tu calor, tu cariño, tu abrazo, tu último beso. La vida fue resbaladiza, el último tren ya se marchó. Una rosa marchitada, una vida caducada, un beso en la frente muerto, y aquellas palabras; besa a tu princesa; acabadas.

Te llevaste mis manos con el viento y se quedaron en el aire, sin aliento.

(MARIA)